ADALBERTO ORTA
Resolver controversias mediante la consulta popular, es un valor extraordinario de la civilización y obviamente del grado de madurez política que van alcanzando las sociedades y lógicamente los ciudadanos. Sin embargo, también hay países que utilizando la bestialidad y los lados más oscuros de la perversidad buscan darle salidas a las crisis utilizando las armas de la violencia, la guerra y la muerte. Este fin de semana hubo procesos electorales en Rumanía, Hong Kong y Uruguay. El punto común: la participación masiva, la civilidad y el respeto a los resultados.
En Rumanía el conservador Klaus Iohannis obtuvo el 65% de los votos y su contrincante socialdemócrata Viorica Dancila el 33%. Una solida victoria Es de recordar que está a punto de cumplirse 30 años de la sangrienta revolución de diciembre de 1989, que derrocó al tirano comunista Nicole Ceausescu. La reelección de Iohannis, quien es un ferviente defensor de la integración de Rumanía en la Unión Europea, demuestra que el voto, el diálogo y la paz es el camino correcto para que una sociedad pueda avanzar.
En Hong Kong, los ciudadanos hablaron muy claro y contundente. Un evidente llamado al mundo y al bloqueo Chino. En estas elecciones municipales se disputaban 452 escaños para concejales de los cuales las fuerzas democráticas “Los pandemócratas lograron al menos 387 ediles”. La participación fue del 71.2%, la mayor en la historia de este territorio autónomo. Cabe destacar que tras 5 meses de protestas anti-gobierno con más de 5000 detenidos, la gente perdió el miedo y utilizó el arma de la civilización: el voto.
En el hermano país Uruguay se dio la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, tal y como lo había comentado en un artículo anterior los resultados están favoreciendo al opositor Luis lacalle Pou, que ha sacado 28.666 votos más que el candidato oficialista Daniel Martínez del Frente Amplio. Aún cuando la Corte Electoral ha demorado la proclamación del nuevo presidente electo; pues se espera un conteo de los votos observados que son aproximadamente 35200, lo cierto es que la victoria es irreversible. Se estima que este jueves 28 de noviembre se den las cifras definitivas y se anuncie el triunfo de Luis Lacalle Pou. Tanto Martínez como Lacalle han manifestado que apenas culmine oficialmente el proceso, se saludaran como hombres demócratas y respetuosos de la ley electoral y más importante, acatando la voluntad del pueblo Uruguayo. En estos tres procesos electorales, la fuerza del voto fue determinante para decirle al mundo entero lo que cada quien anhela: libertad, libertad, libertad.
En Venezuela también se aproxima un procesos electoral para el 2020. El diálogo sigue cobrando fuerza, La Mesa de Diálogo Nacional, según los últimos sondeos de opinión cuenta con más del 57% de apoyo popular. Por cierto, una comisión de la Mesa de Diálogo Nacional se encuentra en Europa; los adversarios (grupos de la oposición radical) han tratado de restarle importancia con descalificaciones e improperios malsanos, otros han buscado impedir las reuniones de los Eurodiputados con esta comisión de buena fe. Lo determinante es que ya se han dado mesas de trabajo y conversaciones con varios grupos parlamentarios de Europa. La gente quiere paz, solución a sus problemas y sobre todo anhela derrotar en las urnas electorales a este mal gobierno. La participación en los procesos electorales es vital. Quienes auspician golpes de estado e intervenciones extranjeras se están quedando con su violencia en sus tuétanos, en su interior, en el afán y en el inmediatismo que los envolvió, en el sectarismo salvaje, en la falta de comprensión y amplitud. Los llamados a la abstención y a las aventuras solo trajeron decepción. El pueblo ya no los acompaña en las calles. Es tiempo de revisión y reflexión en la política venezolana. Es hora de pensar primero en los intereses de Venezuela. Este régimen va a salir por vía constitucional, con el protagonismo del pueblo mismo y con el arma de la civilidad, con votos, en paz y en unidad.
ADALBERTO ORTA @adalbertomas