Oswaldo Martínez
Abogado – Empresario – Político
Hace dos semanas Venezuela fue sacudida por un terrible anuncio: 7 diputados opositores (por suerte ninguno de Acción Democrática) había quedado pegados en un grave denuncia, con aparentes comprobantes, de presunta corrupción.
El tema, para peor, rozo a Juan Guaidó, con muy difundidas defensas agresivas de un diputado de Primero Justicia.
Afortunadamente el tiempo va poniendo las cosas en su lugar y ahora esperamos el dictamen de la comisión investigadora especial presidida por un diputado blanco de reconocida ética.
Estos sacudones, verdaderos tsunamis por el alto nivel en donde acontecen, nos dan la razón en la conveniencia de insistir en una legislación punitoria preventiva que impida postulaciones a cargos públicos, especialmente los legislativos, de personas con antecedentes penales.
Tenemos que salvar la democracia venezolana, y eso exige revisiones profundas que garanticen la calidad de las personas, por ejemplo, que serán electos Diputados en las parlamentarias 2020.
Esto rige en Brasil, con la denominación de “Ficha Limpia”, y ha impedido que Lula, participara en etapas de selección presidencial por estar condenado en dos instancias por haber recibido beneficios de una empresa constructora gran contratista del Estado.
Misma suerte corrieron otros 85 aspirantes a cargos estadales y municipales.
Con estupor hemos visto asumir a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, que tiene 12 procesos y un par de juicios orales en marcha. Todo un record negativo.
Ya estuvo presa la diputada peruana Keiko Fujimori y lo sigue estando su padre, expresidente, tiene orden de captura un expresidente de Ecuador, y en Centro América hay varios casos de jefes de gobierno, elegidos democráticamente, con persecución legal penal, por corrupción.
Un expresidente peruano se suicidó cuando iba a ser detenido y otro está preso en USA.
En la mayoría de los casos está el nombre Odebrech (mega empresa constructora brasileña, con obras en nuestro país) como el gran corruptor.
Se viene una generación “Somos los ficha limpia”, que tengo el honor de integrar.
Aspirantes que pueden mostrar currículo sin prontuario.
Que hayan ocupado cargos públicos, si así fuere, y hayan salido sin macula.
Tuve el alto honor de ser concejal en Maneiro y presidir durante dos ejercicios la Cámara Municipal. Esa es mi huella pública y está a disposición de quien quiera verificarla.
¿Todos pueden hacer eso?
La Política también tiene que hacer autocrítica, terminar con el amiguismo, los coleados de otros estados aspirando a curules que les corresponden a los lugareños, o los que están manchados por negociados y otros delitos penales.
“Ficha Limpia” para todos y para todos los cargos.
¡Ojalá lo logremos!
Trabajaré duro para que ello ocurra. LO JURO.
Un abrazo.
@oswaldom77