Sergio Moro renunció al Ministerio de Justicia acusando a Bolsonaro de querer manipular investigaciones contra colaboradores y familiares suyos.
El magistrado de la Corte Suprema de Brasil Celso de Mello, respondió de manera afirmativa el lunes a las solicitudes hechas el viernes por el Fiscal General de la Nación, Augusto Arias, y ordenó que se investigue al presidente, Jair Bolsonaro, en relación a las acusaciones del exministro de Justicia, Sergio Moro.
Moro renunció la semana pasada después de que Bolsonaro despidiera a un alto jerarca policial, y en una incendiaria conferencia de prensa acusó al mandatario ultraderechista de interferir en investigaciones contra allegados y familiares suyos.
Moro cuestionó la interferencia política de Bolsonaro en el nombramiento de cargos técnicos, incluido el del director de la Policía Federal.
Contra la pared
Según la Constitución brasileña, el presidente de la República de turno no podrá ser investigado y enjuiciado por actos en los que haya incurrido fuera del ejercicio de su mandato, y el Tribunal Supremo entiende que interferir en el Poder Judicial y la Policía Federal fue algo que Bolsonaro hizo desde su investidura. Es por eso que se configura un escenario en el cuál se le puede investigar.
«Los crímenes presuntamente cometidos por el Presidente de la República, según lo informado por el entonces Ministro de Justicia y Seguridad Pública, parecen mantener (…) una conexión íntima con el ejercicio del mandato presidencial», argumentó De Mello en su decisión.
La lista de delitos que podría haber cometido Bolsonaro es larga: falsedad ideológica, coacción, prevaricación, obstrucción de Justicia y otros.
La policía federal está llevando a cabo una serie de investigaciones que podrían implicar a miembros de la familia de Bolsonaro, incluidos delitos financieros y ataques a redes sociales, según informaciones publicadas por los medios brasileños.
Vía LaRed21
