El reconocido periodista venezolano Juan Vené se pronunció sobre el escándalo público que presenta Omar Vizquel, quien fue acusado por su esposa Blanca García de violencia doméstica.
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Con la frase “A las damas, ni con el pétalo de una rosa”… inició su columna, donde trata de explicar a sus lectores el enredado caso que afronta el pelotero.
La documentación acerca de los juicios contra «Manos de Seda» por violencia doméstica y otros delitos adjuntos, es tan abundante, que necesité más de una hora para leer todos esos textos.
Documentos encabezados por “State Washington King County Distrite Court Eastside Division, Issaquah Couthouse”.
Si Vizquel agredió y abandonó sin recursos a su esposa, Blanca García, es cuestión que las autoridades de aquel Estado establecerán. Ahora, la dama lo ha demandado y los funcionarios encuentran motivos para echar adelante el caso.
Blanca García es nativa de Maracaibo
La oriunda de la capital zuliana estuvo en un refugio para gente sin comida y sin casa en El Paso, Texas. Pero después del escándalo que armó con su denuncia pública, unos familiares la rescataron.
Lo que en síntesis dijo Vizquel en las redes sociales fue solo que “nuestro caso es complicado”. No se refirió a si trató tan mal a la joven como ella dice.
Fueron pocas palabras, muy pocas para la magnitud del drama, cuando Major League Baseball está castigando severamente a peloteros, mánages y coaches que caen en la violencia doméstica.
Blanca es la segunda esposa de Omar. La primera fue Nicole, estadounidense, con quien tuvo dos hijos, de quien se divorció, y dice Blanca que el motivo fue también agresiones, y ahora todo el dinero que gana se lo da a ella, a Nicole, para que no lo denuncie.
A Omar y a Blanca les conviene aclarar los pormenores de este entuerto públicamente, para evitar el rumoreo.
Entre tanto, las redes sociales disfrutan. Y aparecen incongruencias como la de “El Universal” de México. En sus páginas deportivas publicaron que Omar Vizquel está en el Hall de la Fama. Bueno, que alguien ignore si ha sido o no elevado, es razonable. Pero es imperdonable si se trata de un periodista especializado en beisbol. Eso es analfabetismo profesional.
Uno de esos fanáticos de redes sociales, que sueñan con ser periodistas, Me dijo…: “No publico nada de lo de Vizquel, porque es un asunto privado. Mi mamá decía que los problemas de parejas deben resolverse en casa, en privado”.
Le recalqué que su mamá decía eso porque no era periodista. ¿Cómo quedarse callado ante tal escándalo?
Lo lamentable es que Omar no quiera exponer su parte. Lo llamé a tres números que tengo hace tiempo y a otro que ahora me dio un amigo. Nunca contestó. Con Blanca sí he hablado varias veces.
Entre tanto, Vizquel tiene dos vías para resolver su problema. Una es darle a Blanca el dinero que ella considera le corresponde, si es que así retira los cargos. Otra, enfrentar la demanda a ver cuál es la sentencia final./Líder/NAD/
Versión de experto
El psicólogo e influencer venezolano Alberto Barradas, conocido popularmente como «Psicovivir», compartió su opinión en torno al polémico caso del supuesto maltrato al que el ex pelotero Omar Vizquel sometió a su esposa, Blanca García.
A su juicio, García carece de las características de una mujer «maltratada» y el ex grandeliga de los elementos que caracterizan a un hombre «maltratador». Asímismo, consideró que García necesita de un asesor legal para evitar que dé más declaraciones sobre el tema.
«No sé si la señora fue maltratada o no. Eso tiene que ser llevado objetivamente por una investigación seria. Ahora bien, ¿algún abogado podría quitarle el teléfono? Le haría un gran favor. Si quería demostrar maltrato o parecer maltratada, pues definitivamente así no lo logrará», manifestó el experto, a través de Twitter.
Del mismo modo, Barradas expresó esa misma opinión en Instagram y añadió que con ninguno de los dos implicados manifesta «solidaridad automática».
«¿Solidaridad automática con algunos de ellos? Ni de broma. Ella parece vengativa, resentida y pendiente de la plata, y él parece bravo, irritable y con forzada caballerosidad», añadió.