Oposición busca consenso para aprobar la ley que intentará darle continuidad al Parlamento, con Guaidó a la cabeza.
«Venezuela seguirá contando con el único poder legítimo electo en el país. Los Diputados de esta @AsambleaVE vamos a honrar el mandato encomendado por los venezolanos. Defender a este Parlamento es defender la posibilidad de soluciones a la tragedia que vivimos».
Así lo garantizó el líder opositor Juan Guaidó, quien a través de su cuenta de Twitter agregó que «la @AsambleaVE se mantendrá firme en defensa de su gente y la República. Por eso, convocamos a #SesiónAN para ratificar el mecanismo que norma el funcionamiento del Parlamento y así proteger a los venezolanos, preservar la Constitución y asegurar la continuidad constitucional».
De hecho, la sesión será el sábado 26 de diciembre, cuando se debatirán dos puntos en el orden del día: la ley de reforma parcial del estatuto de transición y la reforma parcial de la ley del fondo para la liberación de Venezuela.
La reforma del estatuto busca darle continuidad administrativa al Parlamento electo en 2015 y que terminará sus funciones el 5 de enero de 2021, cuando la Asamblea electa el 6 de diciembre tomará sus funciones.
Pero más allá de la voluntad de Guaidó y su partido, aguas abajo la reforma del estatuto, como está planteada, no convence a buena parte de la ya reducida mayoría opositora, en particular a no pocos diputados de Acción Democrática.
«Hay una especie de rebelión liderada no tanto por Henry Ramos, sino por los diputados adecos, quienes no aceptan votar el estatuto de la transición para permitir la continuidad de la Asamblea, ellos plantean darle continuidad al Parlamento, pero sin la reforma, eso está entrampado y no ha podido haber acuerdo», detalla una fuente parlamentaria que conoce aguas abajo la negociación.
Tras bastidores políticos, la posibilidad de una «corrida» contra los parlamentarios de la legislatura 2015, cuyo período vencerá el 5 de enero de 2021, tiene a los diputados adecos con las bardas en remojo, detalló la fuente.
«AD rechazará la propuesta de modificación del estatuto de transición no solo porque en nada cambiará la situación actual, sino porque nuestros diputados y autoridades partidistas están en Venezuela, mientras que los que presionan su aprobación se encuentran todos en el exilio», trinó desde su cuenta Oliver Blanco, quien fungió como jefe de prensa de Ramos Allup en el tiempo en que el dirigente blanco presidió la AN.
«No sé si tendrán los votos para el sábado (26-D) habrá que esperar si se arregla ese tema con AD», adelantó la fuente consultada por esta Casa Editorial.
El pasado 18 de diciembre, la Asamblea Nacional aprobó, en primera discusión, la continuidad de su funcionamiento como órgano del Poder Público, a través de la Comisión Delegada, «con sus atribuciones constitucionales, que funcionará hasta se elija un nuevo ente legislador en elecciones libres justas y verificables, que tiene como objeto garantizar la continuidad constitucional del poder legislativo».
Será el proximo sábado 26 de diciembre cuando volverá a «cámara virtual» el debate sobre una reforma que tiene a los adecos, más allá de Ramos Allup, sin consenso y que amenaza con transformarse en una abstención ruidosa.
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