Tiene tres claves para su preparación una buena bechamel, un rebozado adecuado y una correcta fritura del rebozado
Cada 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Croqueta, especialidad gastronómica que se originó en Francia, pero que debido a su exquisitez cada país la tomó como propia e hizo una receta de ella.
Es por ello que la hay de jamón, de pollo, de callos e incluso de chocolate o tofu, teniendo tres claves para poder hacer unas croquetas magistrales: una buena bechamel, un rebozado adecuado y una correcta fritura del rebozado.
Es tan popular que en holandés se le llama kroket o krokett, y en japonés como korokke.
El que sea tan conocido es por su delicioso y crujiente sabor, es sin duda un acierto, un logro, una genialidad y un imprescindible de cada restaurante.
Está claro que quien prueba una no puede evitar la tentación de coger otra y así sucesivamente hasta que el plato se queda vacío; incluso convirtió en la especialidad de millones de abuelas del mundo.
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