Los cuidadores de carros han encontrado la manera de seguir logrando ingresos a pesar de la falta de dinero en efectivo. Estos hombres y algunas mujeres se rebuscan con el famoso trueque, pues hasta un pan canilla reciben como forma de pago por los servicios prestados.
Aunque no tienen una tarifa específica, los parqueros relatan que lo mínimo que reciben por custodiar un vehículo son 10 mil bolívares, pero la escasez de billetes que sufre el país desde hace años los ha llevado a aceptar productos de higiene personal, comida y hasta chucherías.
José Torrealba, desde hace 45 años se dedica a cuidar los carros estacionados frente al Edificio Nacional. El hombre comenta que le resulta más beneficioso los pago en comida que el mismo dinero. Cuenta que en ocasiones los dueños de los vehículos le dan en forma de pago una taza de caraotas o un poco de pasta que le resuelve el almuerzo.
«Me gusta más cuando me dan comida porque ya el dinero no alcanza para nada y no puedo comprar nada con él», detalló cómo ha modificado la forma de ganancia en su oficio diario.
Mientras que otros parqueros del centro de Barquisimeto comentan que hasta una malta, chupetas, o jabón de baño suelen pedirle a los clientes que no poseen efectivo, y si el servicio prestado fue por largas horas, la harina PAN, pasta o arroz son los pagos más frecuentes.
«Cuando vienen a hacer compras y duran todo el día les pido que colaboren con algún producto o algo para refrescarme«, comentó Alirio Castillo.
Los «cuidacarros» también saben a qué negocio acercarse para trabajar. Las panaderías, las ventas de cerveza o sitios nocturnos, grandes tiendas del centro de Barquisimeto, edificios de entes gubernamentales y algunas entidades bancarias son las predilectas porque muchos conductores visitan estos lugares y así obtienen más ganancias.
Cobran cariñoso
A pesar de que muchos aceptan los trueques, otros cuidadores exigen pago en billetes de alta denominación y hasta tarifa tienen. A Juan Prieto le sucedió cuando hacía compras en la carrera 21 con 32 y en la avenida 20 con 29.
El hombre detalló que en el primer sitio, hace un mes y medio, el parquero le rechazó la colaboración de Bs. 7 mil que le iba a dar «en billetes de 100 y en 200 porque era lo único que tenía y me los devolvió porque nadie los aceptaba, mientras que en el segundo lugar me pidieron 10 mil y apenas tenía 2 mil y el señor se molestó y no aceptó nada», contó.
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Vía PrensadeLara